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viernes, 14 de enero de 2011

¿Cómo afrontar las actitudes negativas de algún jugador de fútbol?


¿Cómo afrontar las actitudes negativas de algún jugador de fútbol?
Cuando en un equipo aparece un futbolista que, con su falta de respeto, su mala conducta o su falta de profesionalidad, muestra una evidente indisciplina, el entrenador se encuentra con dos problemas: Por un lado, lo que supone contar con un jugador que genera estas situaciones; y, por otro, la influencia negativa que este comportamiento pueda tener en el resto de futbolistas. Por esta razón se hace muy necesario atajar estas indisciplinas cuanto antes, ya que, no controlarlas, puede tener un efecto nefasto en el equipo, en su rendimiento y en los resultados.
Cuando surge dentro del plantel una complicación de este calado, antes de buscar soluciones a este tipo de jugador, hay que conocer si la indisciplina mostrada  es consecuencia de un comportamiento habitual, en este y otros equipo, o se trata sólo de un problema coyuntural.
Qué hacer cuándo el deportista muestra, con demasiada frecuencia, esa conducta errónea:
DAR UNA OPORTUNIDAD:
Antes de valorar la posibilidad de implantar sanciones u otras medidas similares, hay que analizar si es el tránsito por un mal momento psicológico o la actitud prepotente ante la autoridad del entrenador y la cohesión del equipo lo que provoca esta irregularidad en el comportamiento.


ESCUCHAR:
Con independencia de cuál sea la situación que ha provocado el acto de indisciplina, hay que escuchar al jugador, que cuente sus razones para haber actuado de una forma determinada y, lo más importante, mostrarle apoyo si el jugador tiene propósito de enmienda o sea que vuelva al buen comportamiento.
REEDUCAR:
El futbolista no siempre tiene claro todos los efectos perversos que su conducta ha provocado o puede provocar, por lo que con independencia de cuál sea la estrategia a seguir con el jugador, es necesario, por parte del entrenador y del club, tener un planteamiento de reeducar en aquellos aspectos donde se observe claramente que es necesario.
ANÁLISIS DE LOS VALORES DEL CLUB:
La indisciplina siempre chocará con los valores que han caracterizado al club. Habrá que recordarle al jugador que esos valores se tienen que cumplir por delante de su comportamiento, y en consecuencia hay que resolverlo.
PROCURAR AYUDA:
Si a pesar de todo lo anterior no se ve reaccionar al jugador, entonces quizás sólo quede la posibilidad de la sanción. La económica sirve de poco, otras más relacionadas con no estar cerca del grupo que configura el equipo, suelen ser más educativas. Pero la sanción como primera opción no corrige, sólo tiene carácter punitivo, o sea castigo. 
SANCIONAR:
Si el futbolista, por su continuada muestra de indisciplina, requiere ayuda, ésta hay que facilitarla desde el  club. En función del origen de su actitud habitual negativa (perfil de personalidad, ambiente familiar  deteriorado, negativo asesoramiento, por parte de las personas que le representan….) hay que, primero , hacerle ver la necesidad de recibir ayuda y, después, procurar dicha ayuda (psicólogo, asesor familiar, nuevas posibilidades de asesoramiento deportivo….).

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